English version below
Version française ci-dessous
Versão em português abaixo
De los once asesinatos contra periodistas en lo que va del corriente año, siete han sido ejecutados en el Estado de Veracruz. Según informes de la ONG “Artículo 19”, ninguno de estos crímenes contra la prensa han sido resueltos en estos cinco meses; más bien, la organización afirma que las “Fiscalías demoran intencionadamente” la resolución de los mismos.
Dos periodistas del Estado de Veracruz fueron asesinadas en el municipio de Cosoleacaque el pasado 9 de mayo. Hombres armados acribillaron a Yesenia Mollinedo Falconi, directora y reportera del sitio de noticias en línea “El Veraz”, y a la camarógrafa Johana García Olvera, cuando estaban en el interior de un automóvil estacionado fuera de una tienda de conveniencia, alrededor de las 15 horas, reportó el diario El País.
El brutal y doble asesinato ha elevado a 11 las víctimas ejecutadas en el transcurso del 2022 presuntamente por el mero hecho de ejercer la profesión periodística. La Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz activó el operativo Código Rojo y la Fiscalía del Estado informó a través de Twitter el inicio de investigaciones sobre estos asesinatos.
Sin embargo, a pesar de que estos mecanismos son supuestamente “activados”, ninguno de los once crímenes perpetrados en estos cinco meses ha sido resuelto. Según la ONG “Artículo 19”, el 98% de los casos han quedado en la más absoluta impunidad, con el agravante de que las “…fiscalías demoran intencionadamente…” la resolución de los mismos.
De los once asesinatos que van del año, siete han sido perpetrados en el Estado de Veracruz, lo que, para la periodista Claudia Martínez, del periódico “Veraz” de Veracruz, representa una “situación terrible en el Estado. Tenemos un grave problema con la inseguridad y el Gobierno no hace nada”. Martínez, que está acogida al mecanismo de protección de periodistas, reconoce que esta situación es “insostenible”, “no podemos hacer nuestro trabajo sin que nos maten”.
Entretanto, el Gobernador Cuitláhuac García, escribió en su cuenta de twitter: “Que le quede claro a quien no quisiera entenderlo, en Veracruz ya no hay ni complicidades ni se tolerará estas agresiones cualquiera”, y prometió que “Daremos con los perpetradores de este crimen, habrá justicia y no habrá impunidad como lo hemos dicho y hecho en otros casos. El Gobierno de Veracruz ya no es omiso ni cómplice, vamos tras ellos”.
Luis Enrique Ramírez, el noveno periodista asesinado cinco días antes.
El reportero Luis Enrique Ramírez fue secuestrado la noche del miércoles 4 de mayo y su cadáver fue encontrado muerto al día siguiente envuelto en plástico en un camino de terracería, según ha confirmado la Fiscalía de Sinaloa.
Datos recogidos por el medio local “Río Doce”, medio fundado por Javier Valdéz quien fuera asesinado en 2017, inclusive, indican que el periodista de 59 años salió de su vivienda alrededor de las 22.00 horas caminó hacia un establecimiento comercial en la colonia Morelos, donde fue interceptado por unos hombres armados que lo secuestraron para asesinarlo a tiros.
Ramírez, como en la mayoría de los casos de periodistas asesinados durante este año, había declarado públicamente en el medio Noreste que, “Yo sí siento el peligro inminente de que yo soy el que sigue, porque hay un patrón, en cuatro asesinatos recientes, incluido el de Humberto (Millán), en el que yo encajo”. El director de este medio, Adrían López Ortiz, escribió una nota de opinión sobre el asesinato de Luis Enrique Ramírez en The Washington Post.
El periodista había fundado el portal “Fuentes Fidedignas” y actualmente era columnista del diario “El Debate”. Era un reconocido reportero cultural desde los años 90 con más de 40 años de trayectoria en medios nacionales como “Milenio”, “El Financiero” o “La Jornada”.
Del mismo modo que el Gobernador de Veracruz pidió hacer justicia por el doble asesinato de la periodistas veracruzanas, el de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, tampoco dejó de pronunciarse sobre el homicidio de Ramírez y pidió a la fiscal estatal, Sara Bruna, que se haga “una investigación inmediata, rigurosa y exhaustiva” para esclarecer el crimen, a pesar que las investigaciones no han puesto ante la justicia a ninguno de los autores de estos once asesinatos.
Una crisis que mantiene alarmada a la comunidad internacional, mientras el Gobierno de López Obrador sigue por un lado “lamentando” y, por el otro, profiriendo mentiras y profundizando sus agresiones a la prensa.
Este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, nuevamente lamentó el asesinato de periodistas; siendo en esta ocasión, el turno de las dos comunicadoras veracruzanas. En su alocución, López Obrador dijo, como acostumbra arengar ante estos sucesos, que “Estamos ya en la investigación, pronto vamos a tener un informe, es lamentable, y nuestro abrazo fraterno a los familiares de las víctimas. Hay un personal atendiendo de manera especial este crimen… Se está haciendo la investigación de fondo”, reportó el medio mexicano Expansión política.
Unido a sus lamentaciones, otra vez más culpó a los gobiernos anteriores sobre esta crisis, acusándoles de haber generado una “descomposicion social heredada”, y se justificó aduciendo que, “Estamos trabajando todos los días, todos los días estamos trabajando como nunca se había hecho para proteger a las mujeres y a todos los ciudadanos. Es que había mucha descomposición social y sigue habiendo, fueron 36 años de ignominia”, dijo. En otros términos, la cacería de periodistas desatada bajo su gobierno sería “culpa” de “una descomposición social heredada” y al gobierno de AMLO y de Morena no le cabría responsabilidad alguna en la matanza.
No obstante, grupos de activismo de prensa como el International Press Institute han lanzado campañas para tratar de llamar la atención sobre la crisis. A la vez, organismos gubernamentales de todo el mundo han pedido al gobierno mexicano que aborde la situación con un mínimo de seriedad. En el mes de marzo, el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, instó al mandatario de México a garantizar mayores protecciones para los periodistas mexicanos, pero las declaraciones no cayeron bien al Presidente López Obrador y más bien criticó la postura y la preocupación del funcionario estadounidense.
Haga clic aquí para saber ¿Quiénes son los otros ocho periodistas asesinados en 2022?
The siege of the Mexican press persists: two more journalists were assassinated in Veracruz
Of the eleven murders against journalists so far this year, seven have been carried out in the state of Veracruz. According to reports from the NGO “Article 19”, none of these crimes against the press have been resolved in these five months; rather, the organization affirms that the «Prosecutor’s Offices intentionally delay» their resolution.
Two journalists from the State of Veracruz were murdered in the municipality of Cosoleacaque on May 9. Armed men shot Yesenia Mollinedo Falconi, director and reporter of the online news site «El Veraz», and camerawoman Johana García Olvera, when they were inside a car parked outside a convenience store around 3:00 p.m. , reported the newspaper El País (Spain).
The double and brutal murder has brought to 11 the victims executed in the course of 2022, presumably for the mere fact of exercising the journalistic profession. The Secretary of Public Security of the State of Veracruz activated the Red Code operation and the State Prosecutor’s Office reported through Twitter the start of investigations into these murders.
However, despite the fact that these mechanisms are supposedly “ activated”, none of the eleven crimes perpetrated in these five months has been solved. According to the NGO “Article 19”, 98% of the cases have remained in absolute impunity, with the aggravating circumstance that the “… prosecutors intentionally delay…” their resolution.
Of the eleven murders so far this year, seven have been perpetrated in the State of Veracruz, which, for the journalist Claudia Martínez of the Veracruz newspaper “Veraz”, represents a “terrible situation in the State. We have a serious problem with insecurity and the government does nothing.” Martínez, who is covered by the journalists’ protection mechanism, acknowledges that this situation is «unsustainable», «we cannot do our job without being killed».
Meanwhile, Governor Cuitláhuac García wrote on his Twitter account : «Let it be clear to those who do not want to understand it, in Veracruz there are no longer any complicities nor will any of these attacks be tolerated ,» and promised that «We will find the perpetrators of this crime, there will be justice and there will be no impunity as we have said and done in other cases. The Government of Veracruz is no longer ignorant or complicit, we are going after them.”
Luis Enrique Ramírez, the ninth journalist assassinated five days earlier
Reporter Luis Enrique Ramírez was kidnapped on the night of Wednesday, May 4, and his body was found the next day wrapped in plastic on a dirt road, as confirmed by the Sinaloa Prosecutor’s Office.
Data collected by the local media «Río Doce», a media outlet founded by Javier Valdé z who was murdered in 2017, even indicates that the 59-year-old journalist left his home around 10:00 p.m. and walked to a commercial establishment in the Morelos neighborhood, where he was intercepted by some armed men who kidnapped him to shoot him dead.
Ramírez, as in most of the cases of journalists murdered this year, had declared publicly in the Noreste media that, “I do feel the imminent danger that I am the one who follows, because there is a pattern, in four recent murders, including that of Humberto (Millán), in which I fit”. The director of this outlet, Adrían López Ortiz, wrote an opinion piece on the murder of Luis Enrique Ramírez in The Washington Post.
The journalist had founded the portal «Fuentes Fidedignas» and was currently a columnist for the newspaper «El Debate». He was a renowned cultural reporter since the 90s with more than 40 years of experience in national media such as «Milenio», «El Financiero» or «La Jornada».
In the same way that the Governor of Veracruz asked for justice for the double murder of the journalist from Veracruz, the Governor of Sinaloa, Rubén Rocha Moya, also did not fail to pronounce on the murder of Ramírez and asked the state prosecutor, Sara Bruna, to do “an immediate, rigorous and exhaustive investigation” to clarify the crime, despite the fact that the investigations have not brought any of the authors of these eleven murders to justice.
A crisis that keeps the international community alarmed, while the Government of López Obrador continues to “regret” on the one hand and, on the other, uttering lies and deepening its attacks on the press.
This Tuesday, the president of Mexico, Andrés Manuel López Obrador, again lamented the murder of journalists; being on this occasion, the turn of the two communicators from Veracruz. In his speech, López Obrador said, as he is used to haranguing before these events, that “We are already in the investigation, soon we will have a report, it is unfortunate, and our fraternal embrace to the families of the victims. There is a staff attending to this crime in a special way… The background investigation is being carried out, ”reported the Mexican media Political Expansión.
Along with his lamentations, he once again blamed previous governments for this crisis, accusing them of having generated an «inherited social decomposition «, and justified himself by arguing that, «We are working every day, every day we are working as never before to protect women and all citizens. It is that there was a lot of social decomposition and there continues to be, it was 36 years of ignominy”, he said. In other words, the hunt for journalists unleashed under his government would be » blame » on «an inherited social decomposition» and the government of AMLO and Morena would not bear any responsibility for the massacre.
However, press activism groups such as the International Press Institute have launched campaigns to try to draw attention to the crisis. At the same time, government agencies around the world have asked the Mexican government to address the situation with a minimum of seriousness . In March, the US Secretary of State, Antony Blinken, urged the Mexican president to guarantee greater protections for Mexican journalists, but the statements did not sit well with President López Obrador and he rather criticized the position and the US official’s concern.
Click here to find out Who are the other eight journalists killed in 2022?
Le siège de la presse mexicaine persiste: deux autres journalistes sont assassinés à Veracruz.
Sur les onze meurtres de journalistes commis jusqu’à présent cette année , sept ont été perpétrés dans l’État de Veracruz. Selon les rapports de l’ONG « Article 19 », aucun de ces crimes contre la presse n’a été résolu au cours de ces cinq mois; au contraire, l’organisation affirme que les «bureaux du procureur retardent intentionnellement» leur résolution.
Deux journalistes de l’État de Veracruz ont été assassinés dans la municipalité de Cosoleacaque le 9 mai. Des hommes armés ont tiré sur Yesenia Mollinedo Falconi, directrice et reporter du site d’information en ligne «El Veraz», et la caméraman Johana García Olvera, alors qu’elles se trouvaient à l’intérieur d’une voiture garée devant un dépanneur, vers 15h00, a rapporté le journal El País.
Le meurtre brutal et double a porté à 11 les victimes exécutées au cours de l’année 2022, vraisemblablement pour le simple fait d’ exercer la profession de journaliste. Le secrétaire à la sécurité publique de l’État de Veracruz a activé l’opération Code rouge et le bureau du procureur de l’État a signalé via Twitter le début des enquêtes sur ces meurtres.
Or, malgré le fait que ces mécanismes soient soi-disant « activés », aucun des onze crimes perpétrés durant ces cinq mois n’a été résolu. Selon l’ONG « Article 19 », 98 % des affaires sont restées dans l’impunité absolue , avec la circonstance aggravante que les « … procureurs retardent intentionnellement… » leur résolution.
Sur les onze meurtres commis, jusqu’à présent, cette année, sept ont été perpétrés executés dans l’État de Veracruz, ce que, pour la journaliste Claudia Martínez, du journal de Veracruz « Veraz », représente une « situation terrible dans l’État. Nous avons un sérieux problème d’insécurité et le gouvernement ne fait rien. Martínez, qui est couvert par le mécanisme de protection des journalistes, reconnaît que cette situation est «insoutenable», «nous ne pouvons pas faire notre travail sans être tués».
Pendant ce temps, le gouverneur Cuitláhuac García a écrit sur son compte Twitter: «Que ce soit clair pour ceux qui ne veulent pas le comprendre, à Veracruz, il n’y a plus de complicités et aucune de ces attaques ne sera tolérée », et il a promis que « Nous allons trouver les auteurs de ce crime, il y aura justice et il n’y aura pas d’impunité comme nous l’avons dit et fait dans d’autres affaires. Le gouvernement de Veracruz n’est plus ignorant ou complice, nous allons après eux ».
Luis Enrique Ramírez, le neuvième journaliste assassiné il y a cinq jours.
Le journaliste Luis Enrique Ramírez a été enlevé dans la nuit du mercredi 4 mai et son corps a été retrouvé le lendemain enveloppé dans du plastique sur un chemin de terre, comme l’a confirmé le parquet de Sinaloa.
Données collectées par les médias locaux «Río Doce», média fondé par Javier Valdéz , assassiné en 2017, indique même que le journaliste de 59 ans a quitté son domicile vers 22 heures et s’est rendu à pied dans un établissement commercial du quartier de Morelos, où il a été intercepté par des hommes armés qui l’ont enlevé pour l’abattre.
Ramírez, comme dans la plupart des cas de journalistes assassinés cette année, avait déclaré publiquement dans les médias « Noreste » (confirmar nombre en español) que « je ressens le danger imminent que je sois celui qui suit, car il y a un schéma géneral, dans quatre meurtres récents, dont celle d’Humberto (Millán), dans laquelle je m’insère ». Le directeur de ce média, Adrían López Ortiz, a écrit un article d’opinion sur le meurtre de Luis Enrique Ramírez dans le Washington Post. (le « Washington Post »)
Le journaliste avait fondé le portail «Fuentes Fidedignas» et était actuellement chroniqueur pour le journal «El Debate». Il était un journaliste culturel renommé depuis les années 90 avec plus de 40 ans d’expérience dans des médias nationaux tels que «Milenio», «El Financiero» ou «La Jornada».
De la même manière que le gouverneur de Veracruz a demandé justice pour le double meurtre du journaliste de Veracruz, le gouverneur de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, n’a pas non plus manqué de se prononcer sur le meurtre de Ramírez et a demandé au procureur de la République, Sara Bruna , de faire «une enquête immédiate, rigoureuse et exhaustive» pour clarifier le crime, malgré le fait que les investigations n’aient traduit en justice aucun des auteurs de ces onze meurtres.
Une crise qui inquiète la communauté internationale, alors que le gouvernement de López Obrador continue de « regretter » d’une part et, d’autre part, de proférer des mensonges et d’approfondir ses attaques contre la presse.
Ce mardi, le président du Mexique, Andrés Manuel López Obrador, a de nouveau déploré le meurtre de journalistes ; étant à cette occasion, le tour des deux communicants de Veracruz. Dans son discours, López Obrador a déclaré, comme il a l’habitude de haranguer avant ces événements, que «Nous sommes déjà dans l’enquête, bientôt nous aurons un rapport, c’est malheureux, et notre fraternelle étreinte aux familles des victimes. Il y a un personnel qui s’occupe de ce crime d’une manière spéciale… L’enquête sur les antécédents est en cours », a rapporté le média mexicain Political Expansión . ?????
Parallèlement à ses lamentations, il a une, fois de plus, imputé designé comme responsables de cette crise aux les gouvernements précédents, les accusant d’avoir engendré une «décomposition sociale héritée «, et s’est justifié en affirmant que «nous travaillons tous les jours, tous les jours nous travaillons comme jamais pour protéger les femmes et tous les citoyens. C’est qu’il y a eu beaucoup de décomposition sociale et il y en a encore, c’étaient 36 ans d’ignominie», a-t-il dit. En d’autres termes, la chasse aux journalistes déchaînée sous son gouvernement serait « mise en cause » sur « une décomposition sociale héritée » et le gouvernement d’AMLO et Morena ne porterait aucune responsabilité dans le massacre .
Cependant, des groupes d’activisme de la presse tels que l’Institut international de la presse ont lancé des campagnes pour tenter d’attirer l’attention sur la crise. Dans le En même temps, des agences gouvernementales du monde entier ont demandé au gouvernement mexicain de traiter la situation avec un minimum de sérieux . En mars, le secrétaire d’État américain, Antony Blinken, a exhorté le demandé au président mexicain à garantir une plus grande protection aux journalistes mexicains, mais les déclarations n’ont pas plu au président López Obrador et il a plutôt critiqué la position et l’inquiétude du responsable américain.
Cliquez ici pour découvrir Qui sont les huit autres journalistes tués en 2022?
O cerco da imprensa mexicana persiste: mais dois jornalistas foram assassinados em Veracruz.
Dos onze assassinatos contra jornalistas até agora neste ano , sete foram cometidos no estado de Veracruz. Segundo relatos da ONG “Artigo 19”, nenhum desses crimes contra a imprensa foi resolvido nestes cinco meses; pelo contrário, a organização afirma que os «Ministérios do Ministério Público atrasam intencionalmente» sua resolução.
Dois jornalistas do Estado de Veracruz foram assassinados no município de Cosoleacaque em 9 de maio. Homens armados atiraram em Yesenia Mollinedo Falconi, diretora e repórter do site de notícias online «El Veraz», e a cinegrafista Johana García Olvera, quando estavam dentro de um carro estacionado em frente a uma loja de conveniência, por volta das 15h, informou o jornal El País.
O brutal e duplo homicídio elevou para 11 as vítimas executadas ao longo de 2022, presumivelmente pelo simples fato de exercer a profissão jornalística. A Secretaria de Segurança Pública do Estado de Veracruz ativou a operação do Código Vermelho e o Ministério Público informou por meio do Twitter o início das investigações sobre esses assassinatos.
No entanto, apesar de esses mecanismos serem supostamente “ ativados”, nenhum dos onze crimes perpetrados nestes cinco meses foi solucionado. De acordo com a ONG “Artigo 19”, 99% dos casos permaneceram em absoluta impunidade, com a agravante de que “… promotores retardam intencionalmente…” a sua resolução.
Dos onze assassinatos até agora este ano, sete foram cometidos no Estado de Veracruz, o que, para a jornalista Claudia Martínez, do jornal Veracruz “Veraz”, representa uma “situação terrível no Estado. Temos um sério problema de insegurança e o governo não faz nada”. Martínez, que está coberto pelo mecanismo de proteção dos jornalistas, reconhece que esta situação é «insustentável», «não podemos fazer nosso trabalho sem sermos mortos».
Enquanto isso, o governador Cuitláhuac García escreveu em sua conta no Twitter : «Que fique claro para aqueles que não querem entendê-lo, em Veracruz não há mais cumplicidades e nenhum desses ataques será tolerado «, e prometeu que «Vamos encontrar os autores deste crime, haverá justiça e não haverá impunidade como dissemos e fizemos em outros casos. O governo de Veracruz não é mais ignorante ou cúmplice, estamos indo atrás deles.”
Luis Enrique Ramírez, o nono jornalista assassinado cinco días antes.
O repórter Luis Enrique Ramírez foi sequestrado na noite de quarta-feira, 4 de maio, e seu corpo foi encontrado no dia seguinte envolto em plástico em uma estrada de terra, conforme confirmado pela Promotoria de Sinaloa.
Dados coletados pela mídia local «Río Doce», um meio de comunicação fundado por Javier Valdéz assassinado em 2017, chega a indicar que o jornalista de 59 anos saiu de casa por volta das 22h e caminhou até um estabelecimento comercial no bairro de Morelos, onde foi interceptado por alguns homens armados que o sequestraram para matá-lo a tiros.
Ramírez, como na maioria dos casos de jornalistas assassinados este ano, havia declarado publicamente na mídia noreste que “sinto o perigo iminente que sou eu quem segue, porque há um padrão, em quatro assassinatos recentes, incluindo a de Humberto (Millán), na qual me encaixo”. A diretora deste meio, Adrían López Ortiz, escreveu um artigo de opinião sobre o assassinato de Luis Enrique Ramírez no The Washington Post.
O jornalista havia fundado o portal «Fuentes Fidedignas» e atualmente era colunista do jornal «El Debate». Foi um renomado repórter cultural desde os anos 90 com mais de 40 anos de experiência em mídias nacionais como «Milenio», «El Financiero» ou «La Jornada».
Da mesma forma que o governador de Veracruz pediu justiça pelo duplo assassinato do jornalista de Veracruz, o governador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, também não deixou de se pronunciar sobre o assassinato de Ramírez e pediu à promotora estadual, Sara Bruna , para fazer “uma investigação imediata, rigorosa e exaustiva” para esclarecer o crime, apesar de as investigações não terem levado à justiça nenhum dos autores desses onze assassinatos.
Uma crise que mantém a comunidade internacional alarmada, enquanto o Governo de López Obrador continua a “arrepender-se” por um lado e, por outro, proferindo mentiras e aprofundando seus ataques à imprensa.
Nesta terça-feira, o presidente do México, Andrés Manuel López Obrador, voltou a lamentar o assassinato de jornalistas; sendo nesta ocasião, a vez dos dois comunicadores de Veracruz. Em seu discurso, López Obrador disse, como está acostumado a discursar diante desses eventos, que “Já estamos na investigação, em breve teremos um relatório, é lamentável, e nosso abraço fraterno às famílias das vítimas. Há uma equipe que atende a esse crime de maneira especial… A investigação de antecedentes está sendo realizada ”, informou a mídia mexicana Expansión Política.
Junto com suas lamentações, voltou a culpar os governos anteriores por esta crise, acusando -os de terem gerado uma «decomposição social herdada «, e justificou-se argumentando que, «Estamos trabalhando todos os dias, todos os dias estamos trabalhando como nunca para proteger as mulheres e todos os cidadãos. É que houve muita decomposição social e continua havendo, foram 36 anos de ignomínia”, disse. Em outras palavras, a caça aos jornalistas desencadeada sob seu governo seria “ culpada ” por “uma decomposição social herdada” e o governo de AMLO e Morena não teria nenhuma responsabilidade pelo massacre.
No entanto, grupos de ativismo da imprensa, como o International Press Institute, lançaram campanhas para tentar chamar a atenção para a crise. Ao mesmo tempo, agências governamentais de todo o mundo pediram ao governo mexicano que trate a situação com o mínimo de seriedade . Em março, o secretário de Estado dos EUA, Antony Blinken, exortou o presidente mexicano a garantir maior proteção aos jornalistas mexicanos, mas as declarações não agradaram ao presidente López Obrador e ele criticou a posição e a preocupação do funcionário americano.