Novela y Cuento: un conflicto a resolver
Fecha: 11 marzo, 2022

No son comparables en el universo de un concurso las novelas y los libros de cuentos. Se trata de literatura de creación y con seguridad de obras de ficción, pero no son lo mismo. Los jurados de futuros concursos de las entidades aludidas y de otras que los organicen, van a agradecer que la categoría de “narrativa” se abra en dos grupos diferenciados entre “novela” y “cuento”. Eso mejorará y aumentará la concurrencia de autores y beneficiará a las letras uruguayas.

Hugo Burel

Marzo 10, 2022

Hace unos días se dio a conocer una carta impulsada por el periodista Pablo Silva Olazábal y firmada por 120 escritores uruguayos en la que reclaman al Departamento de Cultura de la Intendencia de Montevideo y a la Dirección de Cultura del MEC que en próximos concursos de narrativa la categoría se desglose en “Novelas” y “Libros de Cuentos”. Me parece una petición totalmente razonable y realista.

Acabo de integrar el jurado de narrativa del Concurso del MEC, junto a Mercedes Rosende y Herbert Benítez Pezzolano. El universo de textos a leer era muy amplio, ya que abarcaba la producción de los años 2019 y 2020, en la modalidad de obra édita e inédita y con una categoría especial para ópera prima editada. En verdad fue una labor ardua, no solo por la cantidad de obra presentada sino también por la calidad de la misma. Pero la gran dificultad, en la que todos coincidimos, fue la admisión en la misma categoría de novelas y libros de cuentos, cosa que le manifestamos a los organizadores de la convocatoria.

Enfrentados a la tarea de juzgar y elegir buscamos la manera de superar esa dificultad acordando que en el caso de los cuentos reunidos en un libro, debíamos entender la propuesta con un concepto que tuviera en consideración el nivel de todo el libro y no el de uno, dos o tres cuentos destacados en un conjunto. De la misma manera, en las novelas buscamos un pulso sostenido, una trama bien planteada y la creación de personajes que se desarrollasen con espesor y coherencia narrativa. Por supuesto que esos factores buscaban una base mínima para acordar una mirada inicial. Después, cada obra ofrece otros aspectos que pueden destacarla o no. Un jurado es un espacio de negociación y aporte de opiniones no siempre coincidentes. Lo que no se obtiene por unanimidad se logra por mayoría.

Creo que en el mencionado concurso se falló de acuerdo a criterios compartidos por los jurados y el resultado destacó muy buenas novelas y una mínima cantidad de libros de cuentos. Doy fe que los libros de cuentos presentados no reunían los méritos que sí encontramos en las novelas.

La carta de los autores habla de “Clima” contra “Intensidad” al establecer las diferencias entre los dos géneros narrativos, lo cual es una buena caracterización de ese conflicto, pero no es la única posible y ni siquiera una que agota el diferendo. Empleando una metáfora boxística, Julio Cortázar decía que, mientras la novela gana por puntos, el cuento lo hace por knock out. Lo real es que es imposible comparar una novela con un libro de cuentos. Personalmente considero que la escritura de un cuento que contemple las condiciones clásicas del género en el que descollaron Maupassant, Poe, Chejov, Borges o el citado Cortázar, es una tarea muy difícil. Paradójicamente cuando un joven recién empieza a escribir por lo general lo hace con cuentos, género exigente que ha motivado hasta decálogos para el cuentista, como el famoso de Horacio Quiroga.

Como sea, el reclamo de los autores que firman la carta parece justificado y necesario. No son comparables en el universo de un concurso las novelas y los libros de cuentos. Se trata de literatura de creación y con seguridad de obras de ficción, pero no son lo mismo. Los jurados de futuros concursos de las entidades aludidas y de otras que los organicen, van a agradecer que la categoría de “narrativa” se abra en dos grupos diferenciados entre “novela” y “cuento”. Eso mejorará y aumentará la concurrencia de autores y beneficiará a las letras uruguayas.

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