La naturaleza humana y sus Derechos

Fecha: 18 diciembre, 2023

A 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Por Luis Alemañy
10 de diciembre de 2023.

Somos quienes somos por un azar de la naturaleza. En el instante mismo de nuestra concepción, gracias al apasionado amor de los progenitores, somos una posibilidad de ser otros, entre millones de millones de combinaciones genéticas. Según las más recientes investigaciones científicas, la cifra de dichas posibilidades, contiene 99 números.

De ahí que cada ser humano, sea innatamente diferente a todos los demás, gracias al azar de lo que se ha denominado como la lotería genética. Y, además, de intrínsecamente diferentes, nacemos dotados de una inteligencia, capaz de innovar, montados sobre los hombros de lo acumulado por nuestros milenarios antecesores. Los seres humanos no nos procreamos: creamos criaturas únicas.

Pero, tanto los científicos e investigadores neurológicos, como los cosmógrafos, mucho más allá de sus avances en el último siglo, continúan encontrándose con el mismo reto: la complejísima estructuración de los cerebros humanos y del universo, siguen siendo grandes misterios a develar. Muchos estudiosos y pensadores, están llegando a la conclusión –compartida por el autor-, que el desarrollo de las capacidades del cerebro humano y las estructuras del universo, son infinitas. Tan infinitas como las posibilidades de ser otros, en el instante mismo de nuestra creación.

Dichos dones de la naturaleza nos distinguen de todas las demás criaturas del reino animal. Y son dichos dones los que mayores posibilidades tienen de desarrollarse, en el marco de las sociedades auténticas democráticas, regidas por la estricta separación de los tres poderes de los Estados de Derecho.

Todos los demás modelos de sociedades que se anunciaron como “perfectas”, comenzaron prohibiendo todas las libertades, empezando por las del pensamiento y la pluralidad de las ideas y siguiendo por las políticas, económicas y de ascensión social, han resultado ser siniestras utopías reaccionarias xenófobas. Algunas obtuvieron una falsa “igualdad”, haciendo que sus pueblos y cada una de las personas que lo componen, vivan miserablemente, tanto material como espiritualmente, mientras las cúpulas dictatoriales tienen acceso a todos los bienes materiales más lujosos de su tiempo.

Desde el comienzo de la historia, la esencia de la naturaleza humana y la evolución de la inteligencia, nos han enseñado que los caminos más sensatos, razonables y ecuánimes, no son otros que seguir construyendo, ladrillo a ladrillo, desde hace tan solo algo más de dos siglos -después de milenarios esfuerzos de la inteligencia humana para conculcar todo absolutismo y autoritarismo-, sociedades cada vez más libres, democráticas y justas. 

Por supuesto que son imperfectas y ese es el más grande de los desafíos que enfrenta cada nueva generación: continuar perfeccionándolas gracias a los consensos plurales de las inteligencias de sus integrantes.

Esa complejísima diversidad, tan propia de los seres humanos, ya fue advertida desde el momento de la invención de todas las religiones que mandatara a sus fieles a amarse mutuamente. Después, con el desarrollo de la inteligencia en la Antigua Grecia –hacen tres milenios y cuarto- sus más connotados pensadores, propusieron la creación de la democracia, como el más elevado camino para la convivencia de las personas en sociedad.

A pesar del peso residual de los autoritarismos y despotismos que sobreviven hasta nuestro presente, continuando sus atropellos y amenazas a la paz mundial, recuperada con tantos esfuerzos después de Segunda Guerra -hace tan sólo 78 años-, las auténticas sociedades democráticas, son cada vez más, obras abiertas que se compadecen con la verdadera y esencial naturaleza humana.

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Human nature and its Rights

La nature humaine et ses droits

A natureza humana e seus direitos

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